El Despertar

La niña se asia fuertemente al borde de la almohada, sin saber que lo hacía. Parecía inconsciente, tenía los ojos fuertemente cerrados, gimiendo en silencio.

En su mundo de sueños, los mounstros de los libros fantasticos cobraban vida. Soñaba con lo mismo, cada día, y no podía hacer nada para que no fuera como ya estaba predestinado.

Era una pesadilla, veía a sus compañeros muertos, la amable señora Pins también, el director del orfanato, todos. Con los ojos vacíos, abiertos hacia un espacio infinito, donde la mirada no tenía fijación.

Con sus gritos, atrajó a una de las guardianas de la noche, que hacían turno cada tres horas.

- Alessa, despierta - comenzaron a sacudirla, y de un momento a otro, todas las imagenes aterradoras desaparecieron de su mente - por Dios, niña, vas a despertar hasta los muertos. Hoy vienes conmigo - la guardiana la asio fuertemente del brazo, sacandola del lugar que compartía con las otras chicas.

- Perdón... no volvere a gritar porfavor, no me lleve ahí... - el "cuarto de aislamiento" no era malo, pero cuando estaba lejos de sus amigas, las pesadillas se volvían peores. Más sangrientas, llenas de dolor - no quiero volver...

- Ya te lo dijimos Alessa - murmuro de forma cariñosa la mujer - son sólo pesadillas -

La niña se quedó en silencio, de pronto, unas luces comenzaron a tintilear, hasta que terminaron apagandose por completo.

- Esta tontería - dijo la señora - tendremos que llamar al servicio -

Alessa se quedó en silencio, mientras que sentía un extraño frío correr por su cuerpo.

- ¿Ha sentido eso? - comenzó a temblar, no estaba acostumbrada al viento así de gelido, no en Minnesota.

- Quizas solo una ventana abierta, ya llegamos cariño - la mujer le abrio la puerta de la habitación. Alessa solo atino a entrar, lanzandole una ultima mirada a la puerta, antes de que se cerrara completamente.

Alessa comenzó a frotarse los brazos con ambas manos: no habían sido amables de darle una manta para abrigarse.

Era extraño, era verano... ¿y este frío?

Solto un suspiro, abriendo por completo su boquita: al hacerlo, un humo blanco se formo en el aire. Ahora si comenzó a tener sus dudas.

Se encogio de hombros y se echo en el pedazo de madera al que llamaban cama, trato de cerrar los ojos y olvidarse de todo.

Alessa bostezo, al principio creyó que la voz del hombre era el amable director, que quizas se hubiese enterado de su encierro y venía a sacarla. Ja, que buen sueño sería ese.

Cuando levanto el rostro, se puso de pie inmediatamente, suponiendo de repente que era alguien importante.

- Hola - dijo inocentemente, mirandolo a los ojos -

- es un gusto conocerte, Mike - dijo también sonriendo, entrando en confianza. Aquel hombre le caía bien, bueno, hasta el momento. Parecía buena persona - pues, mi nombre es Alessa Allison - habló parsimoniosamente. Recordo que en el orfanato, no importara quien o que, se le debía tratar con respeto

- Esto, ¿podría saber qué haces por aquí? - pregunto vagamente, suponía que era por algo. - ¿te mando la guardiana? - lo dudaba, pero no perdía nada con preguntar, esa mujer se la tenía jurada a la niña, nunca la dejaba en paz. Sus ojos cayeron pesadamente, sentía las secuelas del sueño. - perdón por mi atrevimiento, es solo que nadie viene a visitarme a menudo.

Al escuchar las palabras de Mike, Alessa se aturdio. No tanto por saber de golpe la noticia, tan solo sintio lo mismo que cuando recibio la carta y obsequio de su padre. La felicidad y la vida volvian a sonreírle.

En vez de darle su mano, Alessa se abalanzó sobre Mike, dandole un abrazo.

- Gracias, gracias, gracias - dijo con voz surcada por cariño sincero - he estado esperando por ti tanto tiempo... y al fin dios hizo mi petición realidad, ¡sabía que al menos alguien no me habia olvidado! - algunas lagrimas querían asomarse, mientras que su pequeño cuerpecito temblaba.

Temio haber hecho algo mal, y se separo de su primo, todavia con la felicidad impregnada en los ojos. Ya tenía la decisión tomada.

- Vamonos - dijo, tenia todo lo que necesitaba en su bolsillo: la carta y el regalo de su padre, lo unico que necesitaba para partir. - ... ya es hora de volver con mi verdadera familia - sonrio, y se sintio querida. Las esperanzas, renovadas.

Viajaron durante horas antes de finalmente llegar al lugar, sentia un extraño pesar, como una culpa que le agobiase y le ahogase, aparco frente al orfanato, ya era muy tarde para una visita nocturna, pero sabia muy bien su trabajo, entrar, tomar a la niña y salir.

-muy bien, hemos llegado, Orfanato de Minnesota, espero no les incomode nuestra tardia visita- expecte con sarcasmo bajando de la moto, meti por si acaso un arma comun humana, una automatica en la bolsa interna de mi chaqueta, sin quitarme los lentes mire a Nessie -¿como te sientes?-

- Te mentiria si te dijera que estoy bien, Jannie - dijo mirando el orfanato - asi que solo dire que estoy más o menos - sonrio falsamente, de alguna manera necesitaba sonreir, aunque no fuera sincero. - ¿aquí es donde esta la niña, entonces? - Nessie fruncio el ceño, tratando de recordar.

Mala hora tener memoria a corto plazo.

Sonrei tratando de recomfortar a Nessie mientras acomodaba la moto para una pronta salida

-si, es aqui, espero que la salida sea mas facil que la entrada- dije observando el lugar con una rapida mirada trate de ubicar e imaginar nuestra huida -con suerte podremos salir con la niña-

- Tratate de ayudarte con lo que pueda - susurro Nessie - pero paso por paso... primero, ¿como entraremos? -

No le asustaba la salida, en realidad... habían muchas maneras de no ser vistas.

-eso ya lo tengo cubierto- dije sacando una identificacion de mi bolsillo -es bueno vivir eternamente, siempre sabes como engañar a los humanos-

Puse la ID colgando de mi chaqueta, donde los guardias pudieran verla

-sigueme, espero que no nos topemos con muchos guardias-dije abriendo la puerta principal para dejar pasar a Nessie

- Yo tengo vida para la eternidad y apenas se abrocharme el cinturon de seguridad - mascullo Nessie, mientras entraba - oh mejor para no olvidarme... ¿como dijiste que se llamaba la niña? - canturreo la semi vampira en voz baja, para que solo ella pudiera escucharle - ya me muero por conocerla -

Se callo, antes de que comenzara a hacer preguntas como un loro parlante.

-su nombre es Alessa Allison- respondi avanzando a la recepcion, rogando que la secretaria no estuviera para poder seguir de largo y salir con mas facilidad -es el envase de un Arcangel por lo que escuche, necesito protegerla antes de que los demonios intenten asesinarla o de que su Arcangel vaya por ella-

Para nuestra suerte la secretaria se habia quedado dormida en el escritorio, calcule mejor mis pasos para evitar provocar ruido con las botas o pisar algo que provocara su despertar

-vamos, tenemos el campo libre-

- Ahora es oficial, odio el cielo y el infierno - dijo Nessie, irritada - que lindos los demonios tratando de matar a un niña inocente y que lindos los àngeles usando como recipiente a una niña para luego dejarla tirada a su suerte... - bufo en voz baja -

Nessie utilizo su velocidad sobrehumana para poder pasar, silenciosa como una hoja al caer.

- Ya esta - le cuchicheo a Jane -

Asenti avanzando con mas tranquilidad ahora estabamos en la zona donde se encontraban las habitaciones de los niños y niñas que alli residian, guiada por mis sentidos avanza hacia el lugar que segun yo, la niña estaba, su aroma se estaba desvaneciendo, pero aun era suficiente para guiarnos

-aqui esta- señale la puerta poniendo mi mano en el pomo, pero me detuve, nunca pense en como explicarle a una niña de 12 años que era el envase de un arcangel y que necesitabamos sacarla de alli -hagamos esto rapido, no le des explicaciones largas ni nada, dejame hablar a mi- le rogue a Nessie antes de abrir, pero no tuve tiempo ni de asimilar mis propias palabras cuando al abrir la puerta un olor a azufre cubrio mis sentidos y el cuarto vacio me dio el indicio -hemos llegado tarde maldita sea- exclame furiosa

La expresiòn de Nessie se inundo de tristeza.

Otra vez tarde.

- ¿Que debemos hacer ahora, Jane? - pregunto, todavìa entre susurros. - ¿Seguimos el rastro? Quizas la niña todavìa este viva - sugirio Nessie, aferrandose a la posibilidad con todas sus fuerzas.

-puede que tengas razon Renesmee, pero rastrear al demonio sera muy dificil y no quiero ponerte en peligro, esto es algo mas haya de mi control y no quiero meterte en una vida tan terrible como la mia- le dije dando vuelta para regresar sobre nuestros pasos -lo mejor sera que te lleve a casa y trate de rastrea a la niña, si es que aun sigue viva o podemos acudir a un cazador por ayuda lo cual puede ponernos en peligro, algunos cazadores son muy recios a actuar antes de escuchar- le explique tratando de hacerla entender que no era que no quisiera que se quedara conmigo, pero no queria ponerla en peligro, varios cazadores y criaturas sobrenaturales estaban sobre mis huellas y no queria que ellos la encontraran y la tacharan de asesina igual que a mi.