Ayuda Repentina:·.

La noche habia caido hace mas o menos una hora, y la luz de la luna entraba por una de mis persianas rotas.
Terminaba recien de alimentrame, habia deborado a una joven mujer, bastante hermosa, de cuerpo esbelto y boluptuoso, seguramente debe haber sido una mujer deceada por muchos hombres, y yo, la habia asesinado.

La devore con mi forma de gorila, y aun mantenia esta forma, la sangre escurria por mis labios. Aparto los huesos para darselos a los perros vagabundos de las calles. Me pongo de pie y cobro forma humana, voy al baño y me doy una ducha, me pongo los BlueJeans y el chaqueton con capucha, con la capucha cubro toda mi cabeza, y en uno de los bolsillos guardo los huesos.

Salgo caminando lentamente por la puerta principal de mi casa y comienzo a caminar por los callejones habitados por vagabundos, prostitutas, drogadictos, huerfanos, ladrones y perros; Los perros comienzan a seguirme, por el olor de los huesos. Busco un callejon desolado y sin salida, cuando lo encuentro, entro, me agacho y comienzo a repartir los huesos en partes iguales para cada perro, cuidando de que no se peleen. En cuanto se los doy, me pongo de pie y sigo caminando.

Voy por una avenida poco transitada, buscando demonios que devan ser asesinados, la calle es muy silenciosa, y aunque no voy mirando siento que muy pocas personas pasan cerca de mi, cuando una prescencia muy poderosa, comienza a acercarse a mi. Primero pienso que es un demonio y deteniendome transformo mis manos a manos de gorila la prescencia tambien deja de moverse...,
...pero no, la energia no es venenosa, no puede ser un demonio.

Aunque yo estoy quieto y sin moverme, la energia comienza a acercarse sigilosamente, me pongo en guardia cambiando a gorila todos mis brazos, antes de que la energia logre tocarme, me doy vuelta, me quito la capucha, dejando ver mi rostro, y permitiendome ver a la criatura, y para mi sorpresa es aparentemente una persona...

Off: Que alguien lo siga.

Fue diferente, llegar a Seatlle. Era en cierto modo un nuevo mundo y comienzo para mí. Ya llevaba viviendo 2 meses de esta manera.

No importaba, de cualquier forma casi toda mi existencia me la había pasado pensando en el futuro y en lo maravilloso que parecía ser el mió. Pero ¿qué haces cuando todo un mundo de fantasía se desmorona ante tus ojos? yo aún era muy joven y había recibido un golpe demasiado fuerte.

Me sentía muy débil como para seguir.

Y tome la decisión más fácil: huir.

Mis manos estaban cubiertas por unos guantes delgados, que por cierto jamas me los sacaba. Era mi maldición y penitencia. Nadie tenía que sufrir por ello, ni siquiera mi familia.

Acostumbraba tener caminatas nocturnas, me ayudaba mucho a reflexionar y dejar de pensar en cosas que me hacían daño.

No sabía por qué, pero justamente este día decidí ir por otro tramo del que tenía fijado. Dejándome llevar por el viento y mi escaso instinto de supervivencia.
Algo en mi cabeza, quizás mi sentido de seguridad me decía que volteara y regresara al cálido departamentito que había alquilado. Por otro lado, no quería detenerme.

Al seguir caminando escuche un sonido raro y por inercia me detuve un momento.

Sacudí mi cabeza, pensando “seguro solamente es un pajaro, o un perro callejero.”

Sin embargo, luego de unos segundos cai en la cuenta de que era una persona. Me sonreí a mi misma, que tonta había sido, seguro que también le había asustado. Con un poco más de confianza me acerco y estire una mano para avisarle que sólo era yo y desearle buenas noches, consecuentemente para seguir con mi caminata y perderme por quien sabe donde.

Cuando la persona volteo, pude observar que era un hombre.Lamentablemente, la oscuridad de la noche no me ayudaba a ver bien, por lo que atine a hablar entrecortadamente.

- Esto…¿Buenas noches? - mala manera de comenzar, me dije internamente – lo siento, no quise molestarlo… -

No supe porque, pero al agudizar la vista vi algo que a mi opinión, era completamente imposible. Involuntariamente, retrocedí un paso.

"Wow"-pense, una hermosa dama, de cabellos rubios y una cara angelical, me estaba saludando.
Esto nunca habia sucedido, ya que, suelo darles miedo a las personas, pero era notorio, no era una persona comun y corriente.
Y no solo eso, esta bella humana, me estaba saludando, bastante timidamente e insegura, no lo entiendo muy bien, una
persona que no es comun y corriente, deveria de notar que no soy una personal "normal" tambien, lo pense un momento,
sigo caminando o la saludo, pense seriamente en seguir caminando, pero no por no ser, relativamente normal no voy a ser
un caballero asi que salude cordialmente para esperar una respuesta.

-Buenas noches -dije seguro de mis palabras- espero no haberte asustado con mi apariencia...- dije mostrando mis brazos
de gorila-... esto, pero que hace una dama como tu en un lugar como este?- pregunte.

Y camine hacia uno de los pocos y tenues faroles que iluminaban la desolada calle en la que estabamos la "desconocida" ,
hasta el momento para mi, y yo

Me mostre cautelosa, pero el tono amable me llego al corazón, despues de todo yo era una persona fácil de ganar. Me resultaba imposible tratar mal a alguien, fuese quien fuese.

Acertado, me había asustado la forma de sus brazos, pero luego casi lo olvide, no era normal... lamentablemente, yo formaba del mundo sobrenatural ahora.

- No... pasa nada - dije pausadamente, esbozando una pequeña sonrisa y dedicandole una mirada que confirmaba lo que decía. Me acerque a él ya sin ningún miedo. -

Cerre los ojos con dolor al sentir la luz de frente, había estado caminando en la oscuridad por mucho tiempo, al parecer.

Pense mi respuesta, no por mucho tiempo.

- Vine a distraerme - conteste aún con la voz bajita - caminar me distrae cuando no quiero pensar en algo en particular, me ayuda a no... sentirme culpable - no sabía ni siquiera por qué le hablaba de esta forma, solamente lo hacía, con un extraño sentimiento aflorando en mi cabeza, que curiosamente me hacia sentir confusa y a la vez tranquila.

Y ahora me sentía tonta.

- Lo siento, no se donde tengo la cabeza... soy Mishima Carter - le di mi nombre, como si estuviera hablando del clima. - pero dime Misha... no me gusta como suena completo - reprimi una risa -

Volvi a mi estado de letargo, para luego romper el silencio de la misma forma abrupta.

- Y tú... ¿que haces aquí? - realmente no deseaba terminar la conversación, y lo daba a entender. -

Cuando se acerco al farol logre ver claramente su rostro, si se le puede llamar rostro, es la mujer mas hermosa que jamas haya visto, es un angel hablandole a una bestia.

Sali a caminar y alimentar a los perros vagabundos- respondi al ver su interes en seguir conversando

Mientras le hablaba descise mis brazos de gorila dejando que los pelos cayeran al suelo, y agregue...

Si salir a caminar me quitase a mi la culpabilidad, creo que tendria que estar caminando eternamente- dije tristemente

Disculpa, soy Siom Lee, pero me puedes llamar Lee- dije interesado -te parese si vamos a tomar algo? le pregunte para que la conversacion no terminara en ese instante, puesto que no queria terminar de hablarle a esta bella mujer -Comozco un gran lugar, pero solo hay una forma de llegar- y comenze a cambiar todo mi cuepo a gorila. Cuando estuve transfomado completamente le dije:

Si aceptas mi invitacion deveras subir a mi espalda, espero no te paresca incomodo- y la mire fijamente, esperando su aprobacion

Escuche lo que dijo y mi semblante no pudo reflejar nada más que tristeza. De alguna u otra forma Lee se parecía a mi, o al menos eso pensaba. Yo cargaba con un horrible pesar, y al parecer él también.

Al escuchar su invitación no pude evitar sonrojarme levemente, era un acto reflejo de niña, a pesar de querer suprimirlo, nunca pude hacerlo.

Observe como se transformo en gorila, pero esta vez no retrocedi ni un paso y mi rostro no denoto ningun sentimiento negativo. Simplemente... era como si estuviera viendo algo normal.

Cuando me expreso lo que debía hacer para ir, de repente mire mis manos, que estaban cubiertas por los guantes.

Bueno, mientras estaban cubiertas no habia ningun problema. Sin embargo aun asi, siempre cuidaba muy bien de no tocar a nadie.

- Entonces... iré - dije tratando de no sonar nerviosa - pero... ¿como subire?, es que yo soy demasiado torpe y no quisiera hacerte daño... -

En parte era el miedo de ser torpe, y como decía, el verdadero miedo de hacerle un verdadero daño.
Ya cuantas noches me las habia pasado llorando, cuantos días me las habia pasado encerrada debatiendome entre cortarme las manos o arrancarme la vida. Lo ultimo que queria era llevar otra vida en mi consciencia.

- No te hubieras preocupado, no tenia ningun problema con... - me quede sin habla al ver como rapidamente se transformaba en humano. Contuve uno de esos inmaduros chillidos que yo hacia al encontrarme en situaciones embarazosas, pero casi al momento Lee ya se habia transformado en lo que yo opine como un ave gigante, sin necesidad de clasificación.

- Claro, no hay problema - dije al escucharle decirme que porfavor recojiera sus ropas.

Las recogi rapidamente, para ya no perder el tiempo. Más segura de que ya no podia hacerle daño con mis malditas (no me gustaba el nombre que les daba, pero era la palabra exacta) manos, dije con repentino entusiasmo:

- Si, ¡estoy lista! -